Santuario

El Remedio

Historia del Santuario

El Santuario de Ntra. Sra. del Remedio, se encuentra situado en el término municipal de Utiel, hoy provincia de Valencia, en la Comunidad Valenciana. Se accede a él mediante la carretera que une a nuestra Ciudad con el embalse de Benagéber y llegando a las Casas de Medina, la bifurcación que lleva, remontando la sierra, a Villar de Tejas y Villar de Olmos.

El Santuario, enclavado en un paraje de singular hermosura, en plena Sierra de Utiel o del Negrete, cuya altura máxima es de 1.310 m.; dista de la Ciudad, 10 kilómetros y ésta, a su vez, se encuentra ubicada en el centro de la comarca “La Plana de Utiel”, gozando todo este entorno geográfico de cómodas y numerosas vías de comunicación.

A 1.090 m. se alza la ermita actual, cuyas obras en su primer período terminaron hacia 1564 o 1565; continuándose después casi ininterrumpidamente, con variaciones y ampliaciones que, en los últimos tiempos, han modificado con diversas aportaciones los caracteres de su primitiva, sencilla y específica arquitectura.

Nada más asomar al Santuario nos da la bienvenida una hermosa cruz, rodeada de longevos cipreses, levantada en el año de 1708, sobre pedestales de piedra; los cuales conforman unas escaleras para el primer y merecido descaso del peregrino.

Se trata de la antesala a la amplia plaza del Santuario, la cual se encuentra rodeada de un poyo de grandes piedras y circundada por una fuerte y primorosa baranda. A la plaza dan vista los expositores de los diversos objetos que, relacionados con esta entrañable devoción, pueden ser adquiridos como gozoso recuerdo. Desde este lugar, por cómodo sendero, con impresionantes panorámicas, en medio de romeros, espliegos y pinares, nos remontamos al sitio llamado de la Aparición; siendo aquel paraje el primer lugar donde los utielanos y habitantes de la Sierra elevaron sus preces a Nuestra Señora del Remedio.

Nave Principal

Veamos ahora el Santuario propiamente dicho y penetremos en el templo, indicando que, lo más bello y significativo de su estructura corresponde a los siglos XVII y XVIII. Así, la pequeña iglesia es de estilo barroco, con nave de reducidas dimensiones cubierta por bóveda de arista y con muros chapados de interesante azulejería manisera, a la que pertenecen varios “paneles” con escenas del Vía Crucis y de los Gozos y Dolores de la Virgen.

Ante el presbiterio, un espacio que pudiera considerarse como crucero aunque sus brazos no sobresalen de las paredes laterales, sobre el que se eleva una cúpula o media naranja, como se dice en la leyenda que recorre su arranque, afirmando que fue construida siendo Corregidor, D. Antonio de Sequera, en 1672.

Cripta de Juan de Argés

A la parte derecha, la moderna cripta, donde, en labrado sarcófago, yace el cuerpo del primer ermitaño, Juan de Argés, de origen burgalés.

Camarín

Tras el altar hay un íntimo camarín, de insospechada riqueza religiosa, histórica y artística. Son admirables las pinturas al fresco, fechadas en 1728 y firmadas por el artista Felipe Navarro, referentes a la tradicional aparición de la Virgen y a la primera rogativa oficial de los cabildos eclesiástico y secular, con sus estandartes, y el pueblo de Utiel, que tuvo lugar el 17 de mayo de 1558. Son muy valiosas, también, las representaciones de figuras alegóricas como las sibilas y otros elementos decorativos alusivos a la excelsitud de María como Madre de Dios.

El camarín se cubre con bellísima cúpula sobre pechinas en la que se pinta, deliciosamente, la Gloria, terminada en graciosa linterna por Antonio Palomino.

Ahora bien, siendo ésta una iglesia de peregrinación y fuera ya del cuerpo principal de la nave, pero anexas a la misma, se ubican (en amplio y espacioso corredor) varias dependencias que el visitante puede disfrutar sin entorpecer el culto o las oraciones de los fieles: una capillita lateral donde se encuentra depositada, protegida por sólida y artística verja de hierro, la reproducción de una verdadera joya pictórica; un lienzo pintado por Vicente Macip, padre del conocido y famoso Juan de Juanes que representa la Adoración de los Reyes Magos; acaso réplica de otro del mismo artista en el madrileño Museo del Prado.

Velero

Frente a esta capilla, la Sala de los Veleros, lugar donde la piedad de los fieles deposita y enciende velas y lamparillas en sencillo homenaje o agradecimiento a la Reina de los Cielos. Sus paredes están recubiertas de primorosas cerámicas en alusión a milagros de la Virgen y pasajes de la tradicional romería.

Antes de llegar a esta estancia, arranca una espaciosa escalera que conduce al Coro y, en aquel vestíbulo, por otra muy antigua, “de caracol”, accedemos a la majestuosa espadaña, provista de siete campanas y que remata la fachada de la iglesia.

Sacristía

En torno al mencionado pasillo se encuentra alojada la Sacristía, con amplia iluminación y convenientemente amueblada; encontrándose en su entrada el Libro de Visitas, donde los peregrinos pueden dejar constancia de su agradecimiento y estancia en el Santuario. Inmediatamente a esta dependencia se ubica el Museo Mariano. Allí están expuestos algunos de los cuadros o “exvotos” que hacen alusión a favores de la Santísima Virgen María del Remedio; todos tienen igual importancia, pero varios de ellos, datados en el siglo XVIII y primera mitad del XIX, destacan por sus connotaciones religiosas, históricas y etnográficas. Enriquecen el Museo una mínima muestra de los numerosos mantos que posee la Patrona, junto con lienzos, azulejería de los siglos XVII y XVIII y otros valiosos documentos y objetos de singular importancia.

En el fondo o sótano del descrito complejo anexo a la nave de la iglesia, con entrada desde el atrio, protegido por artística vidriera representando al Beato utielano Francisco Javier de Galve Iranzo, se encuentra la Sala de Ofrendas, lugar donde los creyentes han ido depositando los más diversos testigos de los favores recibidos del Cielo, por intercesión de la Santísima Virgen del Remedio.

Claustro

Ya en el exterior, vemos un hermoso, amplio y sugestivo claustro con robustos muros de piedra, ventanales abiertos al mediodía y con antepecho y poyos corridos, divididos por arcadas de ladrillo. La techumbre es de bovedillas, reforzada transversalmente con gruesas vigas de madera, con zapatas talladas a modo de canecillos. El lienzo superior de la fachada se encuentra adornado con varias tallas escultóricas, entre ellas un reloj de sol.

El claustro, en uno de sus extremos, está protegido por fornida puerta que comunica con la otra plaza del Santuario, en cuyo alrededor se hallan el Mesón del Peregrino; varias fuentes; “paelleros” o lugar para cocinar este tradicional plato o asar embutidos y carnes; impresionante panorámica y los aseos. En el centro de la plaza, el visitante se encuentra con un discreto pabellón, abierto a los cuatro vientos, provisto de adecuado mobiliario, donde puede descansar y reponer fuerzas.

Vivienda del Ermitaño

De nuevo en el dicho claustro, y tras franquear la obligada puerta, por espaciosa y artística escalera, se llega al primer piso del conjunto religioso; encontrándonos con la vivienda del ermitaño o ermitaña, recientemente acondicionada.

Salas de la Cofradía y Municipal

También con un amplio vestíbulo revestido de cuadros; con la Sala de la Cofradía, lugar de encuentro, descanso y reuniones, presidida por impresionante chimenea labrada en piedra; y con la joya de estas estancias: la Sala Municipal, donde se celebra un Pleno al menos una vez al año, bajo la protección de una pequeña talla de la Virgen, datada en el siglo XVIII. La Sala comparte la ya nombrada y monumental chimenea de piedra, aparece amueblada con rica sillería de estilo castellano y sus muros se decoran con valiosas representaciones referidas a la Santísima Virgen, a la conquista cristiana de Utiel, junto a tapices y banderas y otros recuerdos marianos y del Santuario.

Coro

Este salón también tiene comunicación con el Coro, dotado con primoroso órgano, bellas pinturas y cierta decoración alusiva al cultivo principal de esta Comarca: la vid.

En la parte superior y última del edificio se encuentra reconstruida la vivienda de los antiguos ermitaños, junto a una gran Sala que sirve de Archivo, reuniones, conferencias, etc.

Ya en el exterior, hay que hacer mención a los amplios espacios de recreo y aparcamiento que se encuentran muy próximos al Santuario y a los que nos acercamos desde el mismo por medio de una holgada “senda” o por la bifurcación viaria que existe unos metros antes de llegar a la Cruz Gorda. Aquí el viajero encontrará frondosos pinares, “paelleros”, zonas y parques de juegos para los niños, aseos, dos sólidas construcciones de piedra para protegerse del sol y de las inclemencias atmosféricas y un moderno y amplio Albergue rural con cocinas, comedor y habitaciones. Todo un lujo.

Ubicación del Santuario

ENCUÉNTRANOS

Dirección
Paraje del Remedio
Utiel, 46300
Horario Santuario
MAÑANAS:
De 10:00 a 14:00
TARDES:

INVIERNO: De 15:00 a 18:00 

VERANO: De 17:00 a 21:00

 

LOS LUNES EL SANTUARIO PERMANECERÁ CERRADO.